Rodeada de muy buenos amigos, con un clima ni caliente ni frío, estaba comiendo unos ricos pebetes argentinos. Era hora de ver a Klopp vencer su desafío.
“You will never walk alone”, cantaba la afición al Faraón, quien tras un choque cayó a la grama, complicándole al Liverpool su panorama.
Con una viveza, El Cat abrió el marcador, después de recibir un regalo muy tentador. ¡Ay, Karius! Dormirás un par de meses mal, gracias a tu error tan garrafal.
Zidane mandó a la cancha a Gareth Bale, convencido de que el galés no haría un fail. Tras el empate, necesitaban un boom en el ataque, y una chilena celestial puso a los rojos en jaque.
¡Ay, Karius! Otra vez, ¿qué hiciste muchacho? Presiento que necesitarás muchos apapachos, Tus clean sheets quedaron en el armario. En cambio Keylor, hizo un papel extraordinario.
El Bernabéu guarda 13 orejonas en sus vitrinas, a los haters les recomiendo mejor tomarse una aspirina. El coach Zizou ha sido tres veces campeón, y Serresiete está más que listo para el alirón.
Celebra la Cibeles y no mucho Neptuno, que el Real Madrid es campeón como ninguno.
VQV
Epílogo:
Tengo una tradición inquebrantable con dos amigos (Ramón y Leo), desde hace unos años sabemos que está escrito en piedra que veremos los clásicos y finales de Champions juntos. Ellos dos merengues y yo culé, no me ha tocado celebrar mucho en los últimos años si en cuanto a #Shempions hablamos...Pero disfruto mucho esa reunión semestral e incluso disfruto mucho verlos celebrar, jajaja son demasiado locos y demasiado madridistas.
No podía dejar de compartirles su gran abrazo tricampeón. Los quiero mucho.