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¡Ya no más!


15.05.15 |

El fútbol va más allá de una pelota, de 22 jugadores sobre la cancha y de un cuerpo arbitral. Todos los que lo seguimos somos parte de él, desde el pelotero hasta quien atiende la boletería, los que lo ven por tele y los que van a la grada cada Domingo. El aficionado puede llegar a sentir los colores más que los propios jugadores. La perfecta combinación de amor y locura. Este deporte sin fanáticos, ¿qué sería?

Las últimas fechas del fútbol hondureño han estado manchadas de rojo... y como quisiera que fuera rojo sobre el cachete de un Ceibeño con una bandera del Vida. Lástima que no es pintura, el fútbol hondureño está manchado de sangre, ¡y cómo duele verla correr!

Es increíble como personas que están ajenas a este hermoso deporte lo perjudican. Y digo personas que están ajenas, porque es inconcebible en mi cabeza que alguien que se dice llamar aficionado al fútbol promueva la violencia, las matanzas y la falta de paz.

Hace unos meses me parecía tonto que un equipo local prohibiera la entrada de los aficionados visitantes, hoy no es así. Después de todo lo que ha acontecido es la mejor medida que se puede tomar en pro de nuestro fútbol, de nuestra gente. Sí... la taquilla seguro no será la mejor, pero en este caso las instituciones no deben ser las ganadoras sino el juego.

Es un trabajo en conjunto el que se necesita para devolverle al fútbol un poco de paz. Desde la labor de los directivos hasta la organización policial influye para que no sucedan atrocidades como las que están pasando semana a semana. Claramente es un reflejo de los problemas sociales que azotan al país, pero estoy segura que hay maneras de alejar esos problemas del deporte, y es necesario encontrarlas ya. Al final, todo recae en el que no tiene nada que perder…y aún así lo echa todo a la basura.

Ayer aconteció algo insólito en Argentina. Más que insólito, vergonzoso. La barra del equipo Boca Juniors irrumpió el orden de los octavos de final de la Copa Libertadores. Burlaron la “seguridad” de la Bombonera y arrojaron gas pimienta al túnel por donde salían los jugadores de River Plate. Causaron un caos ya que muchos jugadores tenían la sustancia en los ojos y otros sobre su piel. El partido fue suspendido, pero lo que me pareció insólito fue la actitud del Boca Juniors. Cuando por fin pudieron retirarse los jugadores del River Plate ellos se quedaron para aplaudir a su hinchada. ¿Desde cuándo es moralmente correcto hacer eso? ¡No sé! ¿Será algo nuevo? Me quedé sin palabras...Sin embargo, la CONMEBOL no decepcionó e hizo lo correcto. Dio por ganador al River Plate y posiblemente le caiga una larga sanción al estadio Xeneize. La Bombonera es un templo del fútbol y ayer fue irrespetado por los que no se merecen ni asomarse a ver un partido.

¿Hasta cuándo seguiremos viendo esto? Ya sea en Honduras o en Argentina, es indignante. Ayer leí un comentario que decía “La pelota no se mancha”, y así debe ser. Si pierde o gana tu equipo, tené en cuenta que el fútbol da nuevas oportunidades. No se acaba el mundo y mucho menos podrás cambiar el resultado. Probablemente te hierva la sangre de impotencia al ver a los tuyos derrotados, pero no hay razón de ofender al rival. Qué bonito fuera ver fecha a fecha a seguidores aclamando goles en los estadios, a papás con sus hijos inculcándoles una hermosa tradición, a personas conversar con completos desconocidos después de un gol, pero si la situación continúa así… estaremos a años luz de ver eso en los estadios.

Definitivamente el fútbol sin fanáticos no sería lo mismo. De hecho, no sería nada. Es nuestro deber como aficionados cuidar el deporte que tanto amamos, si no somos nosotros, ¿quiénes?¡No más violencia, señores! ¡No más sangre!

VQV

Cuando estaba en 4to. grado recuerdo haber expuesto sobre Benito Juárez, un célebre mexicano que dijo lo siguiente: "El derecho al respeto ajeno es la paz". ¿Por qué no pensamos igual a Juárez?


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