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Estoy enojada


Estoy enojada...

Era impensable que Honduras no pudiera ganarle un partido a El Salvador o a Guatemala, pero todo llega en su momento. Parecía un inicio sin sorpresas y prometedor pero no hay nada peor que te bajen de las nubes en el último minuto. Los catrachos jugaron frente a una gradería que los vio tocar la gloria, pero que ayer también los vio tocar el fondo de la tabla. Una combinación de factores, no solo futbolísticos, tienen a la H como última del grupo A. La eliminatoria pasada también hubo obstáculos para pasar de grupos a la Hexagonal final, pero esta vez parece que necesitamos que el mundo confabule a nuestro favor para poder pelear entre los seis mejores del área un boleto a Rusia 2018.

Hace un par de semanas escribí una nota que mencionaba el colmillo de Carlo Costly. De verdad pensé que lo harían ingresar después del segundo gol hondureño, y más por toda la polémica que armó el DT que al final fue para nada, para dejarlo sentado. El partido se cayó por eso; falta de colmillo. Saber manejar la victoria, minimizar al rival psicológicamente, hacerle saber que el que va ganando es dueño y señor de las acciones. El juego se necesitaba disfrutar, no sufrir, que fue lo que en realidad se vivió en el tramo final. ¿Cómo los disfrutás? Haciendo pases, mareando el rival, no hubiera caído mal que bajara un 'ole, ole, ole' de la gradería, pero los que estaban sobre la cancha no inspiraban eso. Estaban cansados y sin ideas claras de lo que tenían que hacer.

Pinto se equivocó en muchas cosas ayer, pero decir que "no se puede hablar de fútbol" con nosotros fue su mayor desacierto, y una de las cosas que más me enojó. Si tanto sabe y si tanto ha hecho a través de su trayectoria, que lo demuestre, de la boca para afuera es muy fácil. Fue notorio que el que mucho abarca, poco aprieta. La Selección ha sido una rata de laboratorio en esta eliminatoria, ha probado muchísimos esquemas y no se ajusta a uno solo para trabajarlo bien tácticamente. Si no hay calidad técnica, por lo menos que haya orden y sacrificio, ¿no?

Señor Pinto: Arriesgue. ¿Ya qué? Usted sabe que el martes, si no arriesga, tiene que abandonar la nave y la verdad no creo que esto se mire muy atractivo en su currículum. Hay que ganar, y para ganar hay que arriesgar. Le comparto un "proverbio hondureño": "A lo hecho hay que ponerle el pecho". Póngalo.

Ayer a las 9:01 P.M. estaba enojada, muy enojada, 15 horas después ya no tanto. Los enojos, así como todo en la vida, pasan. El martes tocará sentarse frente al televisor a verlos nuevamente, y seguro no será con toda la emoción del mundo, pero ahí estaremos. Tendremos calculadora en mano, con un ojo en México y otro en San Pedro Sula, esperando que aparezca un héroe que por el momento está en el anonimato, y cambie el rumbo de este barco que va directo a estrellarse contra un iceberg.

VQV


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