Escrito el 15.03.16 | Editado el 22.01.19
Hola, te quería decir que te extraño.
¡Cómo has cambiado! Te veo y no te reconozco. Tenés que saber que te necesito, es más, te necesitamos, en plural. Yo sé que no sos la solución a todos nuestros problemas, pero de verdad que eras la más bella distracción. Extraño ver el Olímpico repleto, a tu gente debajo del sol o la lluvia, como que si no importara lo que pasaba alrededor. Ahora no dan ganas de nada, y ni sé quién es el culpable, pero apuntar dedos no sirve en este momento.
No sé qué te pasa, ya no me hacés sentir emoción, ni la piel de gallina cada vez que te veo jugar. Me hace demasiada falta. Me urge que entendás una cosa, representás a un pueblo que añora muchas cosas en este momento y que carece de muchas otras más. Representás a un pueblo trabajador y perseverante, siempre pa' lante, y eso es lo que queremos que transmitás en el engramillado.
Siempre he pensado que hay diferentes formas de lograr los objetivos, y que muchas veces habrá que avocarse a diferentes recursos, porque la calidad técnica no ajusta. Ahí entra el honor. El honor es lo que dejamos en cada acción que realizamos, ¡te pido que no le faltés a tu honor! Sabemos también que la generación dorada ya no está sobre la cancha; ya no hay un Amado, un Dani o un Pavón que nos hacían levantarnos de nuestros asientos, pero están ustedes que de alguna u otra manera tienen que reaccionar. No incluyo a Pinto, porque al fin y al cabo él no es el que tendrá en sus botines la oportunidad de enderezar el camino.
Te pido que encendás esta llama de nuevo, para que nos hagas sentir lo que sentíamos hace unos años. No todo era perfecto, pero si valía la pena dedicar 90 minutos a nuestras citas eventuales.
Te extraño y no digo que quiero verte en Rusia, porque primero debo verte en la hexagonal. Espero que llegués, te estaré esperando. No me fallés, "H".
Siempre apoyándote,
Vivian
VQV
Épico. Juan Carlos García nos hizo sentir de todo esa tarde.