Créditos de la fotografía: FIFA World Cup.
La espera fue la de siempre. 4 años, que se fueron volando, pero en los cuales el hambre aumentaba gradualmente. Hambre de goles, de momentos épicos, de banderas, de rostros multiraciales, de música y ritmo. Hambre de mundial. Rusia 2018 prometía ser un auténtico festín, y muy exótico, por cierto. La descripción del menú anunciaba que grandes selecciones como Holanda, Italia, y las tradicionales clasificadas Chile y Estados Unidos, entre otras, estarían fuera de la fiesta grande.
En letras negritas, se destacaba que este sería el primer mundial en el que se implementaría el VAR (Video Assistance Referee). A media Copa del Mundo, confirmo que estoy en total acuerdo con su uso. Así como cada cambio, acoplarse a este sistema tomará su tiempo para algunos árbitros, quienes necesitan hacerse la idea que tienen a su disposición una gran herramienta para impartir justicia en el campo.
En lo personal, este viaje culinario será diferente para mí. Ya no lo podré disfrutar desde mi sillón rojo, o en el bullicio de la cafetería en la universidad. Nunca pensé que mis audífonos, la radio y la hora del almuerzo fueran mis mejores aliados futbolísticos. La adultez es complicada, pero a pesar de las limitantes de tiempo, agradezco que hay muchas plataformas que me sirven para estar al tanto de uno de mis eventos favoritos de la vida.
El menú ya se leyó. La orden está hecha. Ahí viene el mesero. Tus ojitos brillan. Y sí, sí viene para tu mesa. Buen provecho, que comience el festín.
¡Y qué festín! Rusia ha traído consigo sabores memorables y contrastantes. Sorpresas, decepciones, sueños cumplidos y cosas chingonas. Sí, Chicharito, es tu frase, güey. En la primera vuelta de la fase de grupos destacó Cristiano Ronaldo y su contundencia, Messi y la Albi con sus falencias, Colombia con Sánchez y su tragedia, y la Tri de Osorio con sus ocurrencias. Este no es un poema. Goles exquisitos, desatinos insípidos. Qué rico es el fútbol.
La segunda ronda de grupos trajo más sabores y combinaciones, combinaciones muy exóticas. Colombia reavivó su chance de pasar a la siguiente fase, los grupos F y H están que queman, y ese fuego se apagará hasta el pitazo final que mande a varios a casa. Y no olvidemos a Argentina, que recibió una cuerda de auxilio cuando Nigeria doblegó al #ThunderClap. Ni tampoco al #HurriKane, que por el momento, se instaló en la cima de la tabla de goleo. Bélgica está intratable. Modric insaciable. ¿El Scratch? Ahí va. Ay, mi Dios. Rusia está saciándome.
Tantas más recetas por probar, que mejor les dejo continuar. Desabotónense el pantalón, que espacio necesitarán. Disfruten, queridos amigos, del resto de este festín. Compartánlo con sus amigos y seres queridos, o disfrútenlo también con su propia compañía, que igual se pasa bien y el sabor no se distorsiona.
VQV