#THROWBACK 17.08.19 Amo ir al estadio. Adoro ir al estadio. Añoro ir al estadio. Siempre.
Excepto hoy. En el día de clásico, agradezco haber estado a kilómetros del Nacional, distante al caos colectivo que ocurrió hace unas horas.
Agresiones al equipo rival, jugadores motagüenses con lesiones, gas lacrimógeno fatídico para azules y blancos, invasión a la cancha en una búsqueda desesparada por aire puro, desmayos, mal manejo de las autoridades... la lista puede seguir.
Pasa, pasa y vuelve pasar. Los intentos de prevención caen en un saco roto. Unos cuantos dizque aficionados se ponen la camisa de la insensatez y de la apatía.
Insisto, el que se presta para estos actos deplorables no es amante del fútbol. El fútbol une, no destruye. En este caso, se debe abogar por la sensatez individual.
También insisto, la Policía Nacional debe dejar de gasear como método de disuasión. Sobre el engramillado capitalino habían embarazadas, niños, PERSONAS de todas las edades.
Alguna vez escribí que este tipo de situaciones van más allá del fútbol. Va más sobre el poco valor que se le da a otro ser humano, aficionados o jugadores. No somos muñequitos de plomo, somos seres de carne y hueso con sueños, deberes y familia. La vida de alguien no debería de apagarse a las puertas de un espectáculo futbolístico.
Con mucha pena y tristeza he leído, de diferentes fuentes, que 3 personas han muerto esta noche en las afueras del Nacional. QDDG 🙏🏻
La señora y su hijo querían ir al estadio... solamente ir al estadio. Créditos: Vivian Pavón